Ya a principios del siglo, LITTLEJOHN
intentaba adaptar al paciente a su medio, Jhon MENNEL, médico de los Ángeles a
quien debemos la descripción y la técnica de la corrección del joint-play nos
señala:
1.-
Ningún segmento de la columna vertebral se mueve durante el movimiento normal,
sin que todos los demás segmentos se muevan.
2.-
Las estructuras duras de la columna vertebral
se ven raramente afectadas sin que se vean afectados los tejidos blandos
que las sostienen.
3.-
Las desviaciones de la normal en el sostenimiento de la columna vertebral (es
decir: los miembros inferiores), aunque no causen realmente síntomas en la
espalda, pueden impedir la corrección de estos trastornos (con o sin síntomas)
hasta que no se hayan corregido dichas desviaciones.
La extensión del movimiento voluntario
descrito en los libros de anatomía, no es más que una parte de la extensión del
movimiento normal de cualquier articulación.
Esta extensión del movimiento
voluntario depende por completo de la integridad de la extensión normal de los
movimientos involuntarios llamados Joint play. Igual que en la mecánica, el juego de las articulaciones está bien
definido, y un exceso o defecto en él proporciona una función defectuosa de la
articulación.
Tenemos que aceptar que los
movimientos en cuanto a extensión del juego articular, no están individualmente
bajo el control de los músculos voluntarios, por consiguiente no pueden efectuarse
a través de una acción muscular deliberada. Por ésta razón, su presencia o
ausencia sólo puede demostrase con un examen pasivo de la articulación y si
están ausentes, sólo se pueden devolver provocando un movimiento normal a
través de la manipulación. El bloqueo articular, disfunción articular o lesión
osteopática, términos que indican lo mismo pero correspondientes a diferentes
secuelas, se caracteriza por perdida del joint-play de la articulación.
La exploración integral antes de la
manipulación osteopática es fundamental, es pues muy importante distinguir
entre la movilización para el examen de reconocimiento y la manipulación
terapéutica que devuelve la libertad del joint-play, es precisamente aquí donde
radica toda la dificultad de la osteopatía. Los músculos motores de la
articulación, los ligamentos, las facetas articulares, están íntimamente
relacionados con ésta técnica. Es necesario que el terapeuta elimine todo juego
articular activo, que depende de la acción de los músculos para analizar el
joint-play, es decir la amplitud articular pasiva de la articulación.
Cuando el terapeuta devuelve la
movilidad a un joint-play vertebral lesionado, provoca una reacción oscilante
post-agresiva a nivel del sistema nervioso neurovegetativo. Esta reacción
oscilante post-agresiva ha sido descrita por Laborit.